
En el jardín de un hospicio conocí a un joven de rostro pálido y hermoso, allí internado.
Y sentándome junto a él sobre el banco, le pregunté:
- “¿Por qué estás aquí?”
Me miró asombrado y respondió:
- “Es una pregunta inadecuada; sin embargo, contestaré. Mi padre quiso hacer de mí una reproducción...