Mientras soñaba Un espacio para compartir todo aquello que se me pase por la cabeza. Pensamientos, viajes, naturaleza, cocina, moda, música... ¡Anímate a soñar conmigo!

lunes, 26 de junio de 2017

Ser fuerte

Ser fuerte es amar a alguien en silencio.
Ser fuerte es irradiar felicidad cuando se es infeliz.
Ser fuerte es intentar perdonar a alguien que no merece perdón.
Ser fuerte es esperar cuando no se crea en el regreso.
Ser fuerte es mantenerse en calma en los momentos de desesperación.
Ser fuerte es demostrar alegría cuando no se siente.
Ser fuerte es sonreír cuando se desea llorar.
Ser fuerte es hacer a alguien feliz cuando se tiene el corazón en pedazos.
Ser fuerte es callar cuando lo ideal sería gritar a todos tu angustia.
Ser fuerte es consolar cuando se necesita de consuelo.
Ser fuerte es tener fe aunque no se crea.
Por eso, mismo durante la dura realidad y por más difícil que la vida pueda parecer: ¡Ama y sé Fuerte!



miércoles, 21 de junio de 2017

Kia - Hero's Journey

Os traigo hoy una entrada en el blog muy corta. Se trata de un anuncio de otro país, de esos que te dan envidia no poder en nuestra televisión, como tantos otros, en lugar de esos anuncios para .... no sé, prefiero no describirlo.

En el video siguiente, promocionan el nuevo híbrido de la marca Kia, haciendo alusión a diferentes retos ecológicos: buena música, un poco de humor, paisajes alucinantes... así, sí. 

Espero que os divirtáis un rato. No os olvidéis de comentar.


martes, 6 de junio de 2017

El desayuno

Os traigo hoy un poema, que si bien trata de amor, me gustó porque trata de todos esos pequeños detalles que componen la vida, que los disfrutas cuando los vives y que añoras el resto del tiempo, quien no se ha levantado con hambre feroz de besos una mañana cualquiera...
El desayuno
Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
«Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno».

Luis Alberto de Cuenca 
(El hacha y la rosa, 1993)


domingo, 4 de junio de 2017

Suspiros de Pajares

La receta que os traigo hoy me transporta a mi niñez (mmmm, ese olor) y es que ya me diréis que aroma despiden estas pastas cuando las estéis horneando. En aquellos tiempos, en mi casa teníamos vacas y las hacíamos con la nata de la leche hervida. Hoy dudo mucho que se pueda conseguir fácilmente, parte del secreto de estas pastas. La calidad del producto, cuanto menos elaborado y más natural,  más redunda en su sabor y textura. 

Por contaros un poco la historia, esta es una receta asturiana, de Pajares, un pequeño pueblo en el límite con León, del mismo nombre que el valle donde se encuentra ubicado,  el río que discurre por él y del más que conocido Puerto de Pajares, que durante siglos fue la principal vía de comunicación entre Asturias y el resto de España.

Los suspiros de Pajares o Payares, se realizan siguiendo una antigua receta, calórica a más no poder, apta  para soportar las bajas temperaturas de la montaña. Su sabor os transportará a vuestra niñez, a aquellas galletas que os hacían las abuelas y que hace mucho, mucho tiempo que no probáis.Como habréis visto, lleva una importante cantidad de mantequilla por lo que esta receta no es apta para operaciones bikini... el que avisa no es traidor.

Una vez leí que el origen del nombre de estas pastas de manteca, los suspiros, venía de las largas horas en las que las mujeres del campo esperaban a que sus maridos volvieran de las jornadas de labranza. Y mientras volaban los suspiros por la casa, la cocina olía a estas delicias hechas con todo el amor... 

Pues ya sin más dilación os pongo la receta. Podéis hacerlas con la forma tradicional, simplemente redondearla la masa y aplastarla un poco, o ayudaros de unos cortapastas que harán las delicias de los más pequeños... A mi me prestan más las tradicionales pero a mi pequeña escoger entre mariposas, estrellas y corazones le priva, por eso veréis de todo un poco... 

Ingredientes:
600 gr. de harina
300 gr. de mantequilla clarificada o manteca cocida como decimos aquí
250 gr. de azúcar
1 huevo
un chorrin de anis
una pizca de sal.


Elaboración
En primer lugar tenemos que clarificar la mantequilla. Tened en cuenta que la mantequilla mengua mucho así que para los 300 g de mantequilla clarificada, necesitaremos unos 500 de la original.
Para clarificarla tenemos que ponerla a fuego muy lento y cuando esté derretida, lo dejamos 5 minutos más al fuego hasta que comenzamos a ver la separación de capas, una capa blanquecina abajo y una amarillo arriba. En este momento apagamos y dejamos reposar 5 minutos mas y con mucho cuidado lo que hacemos es colar a un cuenco la parte de arriba con un colador, sin que se vierta nada de la parte blanquecina. Dejamos templar.




Mantequilla en proceso de clarificación, se pueden ver las diferentes fases


Mantequilla clarificada y colada
Pasado ese tiempo, añadimos el azúcar a la mantequilla, una pizca de sal, el chorrín de anís, removemos con la batidora y vamos añadiendo a continuación el huevo y luego echamos poco a poco  la harina ,para que se integre sin grumos, hasta que la masa se haga suave pero sin ser pegajosa. 
Mantequilla, azucar, sal y anís al que le añadimos el huevo
 En este momento ya tenemos una masa de textura similar a la plastilina, que podemos modelar. Lo tradicional es hacer bolas y aplanarlas con la mano, a mi me gusta como quedan así, pero con los cortadores también quedan sensacional y a los más pequeños les encantan. Nosotros hicimos mitad forma tradicional, mitad con cortadores. 



Una vez estén preparadas, las metemos en el horno (yo he puesto papel vegetal en la bandeja) a 180ºC unos 20/30 minutos, dependiendo del horno. Deben quedar más bien blancos.
Mucho cuidado al sacarlas del horno, hasta que enfrian son frágiles y se rompen con facilidad.


Podemos conservarlos en latas bien cerradas, durante varios días.¿Os acordáis de aquellas latas de pastas danesas que os traían de regalo cuando estábais malos? Pues esas son las mejores... y es que se parecen un poco... pero nunca como estas... ¿Merendais conmigo? Espero vuestros comentarios.