Mientras soñaba Un espacio para compartir todo aquello que se me pase por la cabeza. Pensamientos, viajes, naturaleza, cocina, moda, música... ¡Anímate a soñar conmigo!

martes, 25 de agosto de 2020

Enfiladas o alfiladas de Luarca (Trenza pascua)

La receta que os traigo hoy es una receta típica de mi zona y esta es la manera más parecida a como la hace mi madre. 

La Alfilada o Enfilada, típicas del concejo de Valdés, (capital Luarca) es un riquísimo bollo dulce trenzado. Si nunca has probado una alfilada, te recomiendo que lo hagas. Su sabor es espectacular.



Además ahora, que faltan pocos días para La Regalina, una fiesta en la cual se hace un desfile tradicional, cobra más protagonismo, ya que este desfile lleva asociado este postre. Si no habéis ido a La Regalina, os lo recomiendo, se celebra el último domingo de agosto y el sitio es espectacular, así como viven la tradición en este pueblo. Yo tuve muchos compañeros de Cadavedo en el cole que hoy han trasladado esta tradición a sus hijos, es muy bonito.

Aquí podéis ver un resumen de dicho desfile y el entorno, que es una maravilla. En dicho desfile, si os fijáis, llevan varias ofrendas con una especie de panes en los mismos, eso son alfiladas.



Después de este pequeño homenaje a La Regalina que este año creo que no se podrá celebrar, paso a detallar los pasos para hacer una rica alfilada, bueno en mi caso salieron dos hermosas. 

Ingredientes:
125g mantequilla
200g azúcar
medio vaso de leche
3 huevos
600g harina
6g levadura seca de panadería o un dado de levadura fresca
un chorrín de anís
una cucharina de sal
1 huevo para barnizar

Elaboración:

En primer lugar, hervimos la leche y la vertemos en un vaso, añadiendo poco a poco la levadura y removiendo hasta que quede totalmente disuelta. 

Posteriormente, añadimos esta mezcla sobre 100 g de harina y así prepararemos la masa madre. Una vez hecho esto, lo dejamos reposar tapado por un film (en mi casa siempre se hizo con un trapo de cocina y un plato encima y no gastas plástico). Dejamos levar una hora, la masa ha de quedar como con burbujitas.
Con la mantequilla desleida, lo que haremos será ir añadiendole los huevos, el azúcar (poco a poco) y vamos removiendo. Una vez finalizado, reservamos.


Con la harina que nos restó, hacemos como un volcán en el medio del cual disponemos la sal, la masa madre, el chorrín de anís y poco a poco, vamos añadiendo la mezcla de mantequilla y huevo, amasando bien bien. Cuando veamos que está ya bien amasada, bien integrada, les damos forma de bola para facilitar su levado y la colocamos en un bol donde haya bastante especio ya que ha de doblar y hasta triplicar el volumen actual. Cubrimos de nuevo y en esta ocasión, dejamos levar 4 horas.

Tras las 4 horas, cortamos la bola por la mitad, ya que esta cantidad de ingredientes da para dos buenas alfiladas y amasamos para sacar el aire bien. Iremos viendo como deja de "soplar" y ya podremos dividir esta parte en tres churros para poder conformar la trenza. Hacemos lo mismo con la otra bola.

Por último, las ponemos en la bandeja de horno y las pintamos con un huevo batido previamente. Dejamos ahora levar las trenzas otra media hora. 




Para finalizar, horneamos a 180ºC sobre 30 minutos, todo dependerá del horno que tengas, el mío tiende a tardar un poco más, id controlando el color que va adquiriendo la masa o el olor porque os va a dejar un olor en casa, que vais a tener que controlaros para no intentar comerla caliente.

Por último, la sacamos, la dejamos reposar y tenéis una merienda o un desayuno de auténticos campeones. 

sábado, 22 de agosto de 2020

Ruta de las Foces de El Pino

Estamos en periodo vacacional y no puedo dejar de incluir la ruta que hicimos (en dos ocasiones) el pasado año. La hicimos dos veces porque la primera nos llovió y aunque intentamos seguir, empezó una tormenta y ya tuvimos que retirarnos. La segunda vez nos llovió un poquitín pero íbamos mejor preparados y no hubo tormenta eléctrica. Por favor, con tormenta ni os lo planteeis, es muy peligroso.

Esta ruta transcurre por el concejo de Aller, cercana a la localidad de El Pino. Para poder llegar a ella, partimos de Oviedo por la A-66 dirección León,  poco después de pasar Mieres, cogemos la salida 54 dirección Moreda y al Puerto de San Isidro (AS-112). A los 12 Km. de pasar Cabañaquinta, llegaremos al pueblo de El Pino, donde dejamos el coche. Si más o menos te fijas desde el coche ves letreros de la ruta y además, en la margen derecha hay una hilera de aparcamientos donde podemos dejar el coche sin problema. También puedes adentrarte en el pueblo pero me parece molestar a los vecinos y dependiendo del coche, la posibilidad de tener que maniobrar para dos pasinos más que vas a dar, no merece la pena.

Seguimos un camino asfaltado que nos llevó al inicio de la ruta, donde encontramos un puente sobre el río, que no se llama Pino, el río que atraviesa el pueblo es el Valmartín, el nombre de la ruta se debe al pueblo. y empezamos a subir por una carretera estrecha llegando en unos 400 m. al Molín del Peón, antiguo molino restaurado donde también hay un vivero de truchas. Se puede llegar con el coche  hasta aquí, pero lo que decíamos antes, hay poco espacio donde aparcar. Un poco más adelante, nos encontraremos una pequeña área recreativa con poco más de dos mesas pero muy agradable y en la misma orilla del río, que es donde paramos la primera de las veces que fuimos a hacer esta ruta para coger fuerzas. Poco antes nos entretuvimos en la primera fuente de la ruta, la fuente de la Salud. Hay que cruzar por el puente de piedra y tomar el camino de la izquierda para seguir la ruta de «Las Foces del Pino». El camino de suave ascenso transcurre a la vera del río y atraviesa un bosque de castaños y robles.

Según avanzas, la subida se hace más pronunciada y es cada vez más pedregoso, con una niña de 3 años nos costó un poco esta parte, en la que prevalecen hayedos y acebos, menos mal que ibamos viendo cabañas y pastos con vacas que iban haciendo el camino más entretenido para ellas. A medio camino puedes rellenar la cantimplora en la Fuente Gavalanceras, un antiguo bebedero de ganado.


Según he podido leer, esta ruta sigue una antigua calzada romana que usaban los vaqueros del concejo para llevar el ganado a las brañas altas en época estival, así como paso de peregrinos para cruzar a la provincia de León.
En esta primera parte de la ruta, avanzamos en ascenso entre prados y mucho árbol, castaño y sobretodo avellanos. Tras pasar la fuente, vemos como poco a poco el camino se va estrechando y nos vamos acercando al desfiladero, sólo tenemos que ver al fondo las paredes verticales.








El puente que aparece a continuación es la entrada al desfiladero, a partir de aquí nos espera la zona más espectacular de la ruta. La separación entre las paredes verticales de roca no excede los 6 m en algunas zonas y hay continuos saltos de agua y cascadas al margen del camino. Esto le da una belleza singular.


Este camino formaba parte del camino de los peregrinos que se dirigían a san Salvador en Oviedo, no me extraña que estos sitios de peregrinación hayan tenido tanta transcendencia porque siempre escogen parajes de una gran conexión con la naturaleza, normal que te asalte el misticismo. 


























Nosotros tardamos alrededor de 4 horas en hacer la ruta, pero porque hacíamos paradas por las pequeñas, por las fotos, etc.
¿Que os ha parecido la entrada de hoy? ¿Conocíais la ruta? ¿Soñamos?