Mientras soñaba Un espacio para compartir todo aquello que se me pase por la cabeza. Pensamientos, viajes, naturaleza, cocina, moda, música... ¡Anímate a soñar conmigo!

jueves, 31 de diciembre de 2020

Osoji: el ritual japonés de final de año que inconscientemente hacemos

Bueno, no sé si os pasa como a mí, que cuando se va finalizando el año parece que nos da por organizar y terminar todo lo que has hecho en casa, que si limpieza a fondo, que si arregla este reloj que no tiene pilas, que si pon este cuadro que llevas meses esperando para hacerlo, es como que quieres mentalmente poner el check de todo finalizado y empezar sin cosas que hacer a nivel de hogar. A mi me da esta neura de limpieza y orden siempre a final de año, igual que a las embarazadas les da con el sindrome del nido. Hace un año o asi me enteré que en Japón esto es un ritual. Según se acerca el fin de año en Japón, comienza a realizarse una antigua tradición conocida como la gran limpieza o Osoji, no es tanto una limpieza a fondo del hogar como una especie de ritual de renovación ante el año nuevo que está a punto de comenzar. 
Se trata de limpiar el alma, de comenzar el año sin tareas pendientes, cerrando círculos, comenzando el año limpios, liberados y purificados, tanto a nivel material como espiritual. Y es que el osoji, además de limpiar aquellos rincones de la casa menos frecuentemente limpiados, incluye liquidar deudas o facturas o tareas pendientes antes de terminar el año. 
Se trata de hacer limpieza a fondo de lugares que generalmente olvidamos, a mi por ejemplo este año me dio por limpiar a fondo los zócalos, las juntas del suelo y algo menos olvidado pero que siempre se necesita repasar, marcos, puertas, enchufes e interruptores. Recomiendo para las juntas del suelo, pasar primero con una bayeta húmeda en agua caliente retirando la suciedad, luego impregnar con bicarbonato sódico, dejándolo actuar 30 minutos al menos y posteriormente retirar con bayeta húmeda y aclarar. Pero también va más allá e incluye la ropa que no nos ponemos, un repaso a las facturas que tenemos por pagar (o cobrar), archivar fotos, tirar tiquets de compras caducados... Y además de todo esto, también corresponde deshacernos de hábitos insanos y relaciones tóxicas. 

Pero no se trata de una limpieza más que haces de manera automática, sino que es consciente, con lo que percibes lo que realmente no deseas, no te gusta, no te da buen rollo, te sobrecarga el ambiente... y empezar el año sin esas cargas. Es un mindfulness aplicado a la limpieza. 




















¿Y como empezar? Pues empieza por arriba. El polvo acumulado en techos, paredes, lámparas no existe hasta que te le dedicas atención. Recomiendo para ello frotar con un trapo humedecido, si sale suciedad esta irá bajando hasta el suelo, que será lo último que limpiaremos en el Osoji.

Deja bolsas de basura y cajas en cada habitación. Ya sabes todo lo que puedes hacer con todo lo que ya no quieres en casa.

Lo más importante: esas cajas y bolsas deben desaparecer de tu casa inmediatamente, nada de tenerlas en el trastero, recibidor o garaje esperando. Como inicio de año, tambien sería conveniente que tras hacer este trabajo intentases mantenerlo para no tener que darte un atracón final. ¿Que tal esos 5 minutos de ventilación, hacer la cama, cinco minutos para recoger la encimera de la cocina o colocar los cojines?

Si hay niños en la casa, deben participar. En el Osoji nipón, los menores colaboran en la limpieza tanto en casa como en las escuelas. Es una forma no solo de involucrarles en el esfuerzo común, sino también de enseñarles a cuidar de sí mismos en el futuro. Esto no siempre se consigue pero si poco a poco los vamos involucrando ellos adquirirán ese hábito que no sólo nos hará más felices a nosotros sino les será útil a ellos en un futuro por lo mismo.

Y tu, ¿también haces osoji en el fin de año?