Si seguís a menudo el blog, sabéis que para las cenas me encantan cremas y sopitas ligeras. Si además es para los niños, siempre buscas alimentos que les gusten pero incorporando variaciones. Hoy os traigo la tercera versión de la crema de calabacín. Si hay una hortaliza todo terreno es el calabacín, ya que podemos encontrarlos todo el año en los mercados, y podemos usarlo para infinidad de recetas. A esta receta se han rendido mis hijas y como siempre, en el blog, fácil, sencillo y barato.
Esta receta es la típica y tradicional, una crema suave y ligera, que podemos acompañar de picatostes de pan crujientes o jamón salteado. Es una opción más para comer sano en casa, podéis optar también por una deliciosa crema de zanahoria o esta crema de coliflor. Calentitas, saludables y muy fáciles de preparar.
Ingredientes
600 gr. de calabacín
1 cebolla mediana
1 patata mediana
100 ml de nata (podéis sustituirla por leche, incluso por leche de soja)
250 ml de caldo de verduras
Aceite de oliva virgen extra
Sal (al gusto)
Pimienta negra recién molida (opcional)
Elaboración:
Lo primero que hacemos es pelar y picar en juliana la cebolla, luego hacemos lo mismo con la patata, pero en este caso la cortamos en dados. Por último, añadimos aceite a una cacerola y sofreímos la patata y la cebolla 5 minutos a fuego medio. Añadimos sal al gusto.
A continuación, cortamos los calabacines en trozos, quitando la piel y picándolos en dados pequeños, añadiéndolos luego a la cazuela. Si quieres dar una nota de color, podrías utilizar parte de la piel del calabacín y añadirla junto con el resto de ingredientes.Mezclamos y seguimos cocinando unos 5 minutos a fuego medio, así irán ablandando las hortalizas.Salamos ligeramente de nuevo. Añadimos en este momento el caldo de verduras o en su defecto, si no tenéis caldo, agua caliente, de modo que cubra todas las verduras.Cocemos 20 minutos a fuego medio, tapando la cazuela, de manera que esté siempre hirviendo suavemente.
Una vez pasado este tiempo, retiramos del fuego, añadimos la nata (si la queréis más ligera podéis usar leche evaporada, leche entera o leche desnatada) y mezclamos bien. Con el calor residual se irá haciendo suavmente, trituramos con la batidora y vamos comprobando el punto de la crema.
Queremos que quede ligera, no como un puré. Si nos ha quedado espesa, podemos añadir un poco más de caldo hasta conseguir la textura deseada.
Y con estos sencillos pasos ya estaría lista la crema de calabacín. Probamos y rectificamos de sal si es el caso. ¿Que os ha parecido, sencillo verdad? Mis peques han repetido, les ha encantado.
¿Os animáis a probar?
¿Os animáis a probar?
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