Ya estoy por aquí de nuevo. Últimamente me resulta un poco complicado publicar porque entre niñas y trabajo... Os cuento un poco como me dio por hacer esta receta que vista así parece una mezcla peculiar. Veréis, ¿no os pasa que vais a comprar a algún hipermercado y os sale más barato comprar un kg de limones que un sólo limón? Pues eso me pasó a mi, quería hacer un bizcocho de limón y así aprovechar los huevos que estaban cerca de caducar pero no me daba la gana de pagar un limón a precio de oro. Total, que me sobraron limones y encontré esta receta y me dije, ¿por qué no? Una manera diferente de hacer lentejas, que siempre las hacemos con los ingredientes de siempre. Pues si no hubiera sido por esto probablemente no me hubiera lanzado. Atreveros a probar y me diréis, un plato perfecto para las fechas en las que estamos. Con el comino conseguimos que las legumbres sean también más digestivas.
Ingredientes:
250 g de lentejas
2 dientes de ajo
1/2 cebolla
1 litro caldo de pollo
zumo de 1/2 limón
3 rodajas de limón
1/2 cucharadita de comino
aceite de oliva virgen extra
sal
Elaboración:
Ponemos a calentar en una cazuela el aceite de oliva y cuando esté bien caliente, añadimos la cebolla y el ajo bien picado, sofriéndo a fuego medio hasta que el sofrito adquiera un color dorado.
Una vez tengamos el sofrito, añadimos las lentejas y las rehogamos en el sofrito alrededor de 1 minuto.
A continuación, agregamos el caldo de pollo y la hoja de laurel y cuando empiece a hervir, bajamos el fuego y cocinamos a fuego lento durante 40 minutos, aproximadamente hasta que las lentejas estén blanditas, dependerá del fuego de cada uno.
Cuando estén tiernas, añadimos el comino, el zumo y las rodajas de limón, removemos y añadimos sal al gusto. Para terminar, dejamos cocer 5 minutos más.
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