sábado, 1 de julio de 2017

Flores de piña y hojaldre

Ahora que aprieta el calor apetece poco meterse en la cocina, pero esta receta es súper resultona y no lleva nada de tiempo. Lo mejor, la presentación. Os quedará perfecto para una cena improvisada con invitados o que queráis hacerla un poco especial.

Ingredientes:
1 lámina de hojaldre
6 rodajas de piña (en lata en su jugo o natural, siempre que esté dulce)
6 cerezas confitadas
1 yema
azúcar

Elaboración:
Antes de comenzar, preparad el rodillo, un cuchillo, un vaso con una boca más ancha que la piña, los ingredientes, el molde, etc. Básicamente, preparad ingredientes y elementos que vais a necesitar para tenerlos todos a mano y no dar vueltas en medio de la preparación del plato.
Precalentamos el horno a 200ºC arriba y abajo. Estiramos la lámina de hojaldre mediante rodillo, de manera que dejemos una superficie uniforme, sin dobleces. No es necesario que la lámina quede muy fina, incluso os diría que es mejor que sea un poco más grueso para que haga contraste con el sabor de la piña.


Con un cortador de galletas, un cortapastas o con un vaso, cortamos 6 redondeles un poco más grandes que las rodajas de piña.



Con el hojaldre sobrante, cortaremos 48 tiras de hojaldre pequeño, alrededor de 5cm de largo por medio cm de ancho para conformar las flores que lucen este plato.
Echamos un puñadito de azúcar sobre cada base de hojaldre. Por otro lado, secamos la piña para que se adhiera mejor al hojaldre colocándola sobre un papel de cocina para que absorba todo el posible jugo que pudiera contener en exceso. 
Una vez secas, las colocamos sobre cada una de las bases hojaldradas y sobre ellas, vamos colocando una a una 8 tiras sobre cada rodaja de piña, procurando que queden separadas y de forma equitativa. Pegamos los extremos a la base del hojaldre, con ligeros toques. 
Batimos la yema de huevo y con un pincel pintamos todas las tiras de hojaldre. Colocamos la cereza confitada en cada hueco de la piña, que le dará el toque final al postre, ocultando también los extremos de las tiras que se verían un poco burdas de otro modo. Como veis son operaciones sencillas que pueden hacer las delicias de los más pequeños, les acostumbramos a hacer las cosas por si mismos y se entretienen con cosas diferentes, más constructivas. 
Pondremos las flores de piña sobre un molde sobre el cual se haya colocado papel de horno e introduciremos el mismo alrededor de 20-25 minutos, hasta que el hojaldre adquiera un color dorado. 
Para servir, pueden tomarse recién hechas o esperar que enfríen a temperatura ambiente, pero han de ser rápidamente consumidas para evitar que cambien la consistencia de las flores.
¿Os ha gustado la receta de hoy? ¿Os atreveríais a probarla? Comentad si os apetece. 



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