Otra receta superfácil y sana que os traigo para hacer en el blog. Me encanta porque a pesar de que incluye legumbres, al no llevar nada de carne es mucho más ligera y con la verdura que lleva tienes un coctel de vitaminas muy saludable. Como siempre, la preparación no tiene ningún secreto y es ideal como plato único en los días laborables.
A continuación, os incluyo un resumen de las principales propiedades de los diferentes ingredientes que tiene esta receta y como siempre, al final, su elaboración. Espero que os animéis a probarla.
Propiedades nutricionales y medicinales de la Alubia Blanca
Entre las propiedades nutricionales de la alubia blanca cabe destacar su contenido en hierro, superior al de las míticas lentejas. Aportan además gran cantidad de vitaminas del grupo B, lo que junto con el hierro las convierten en un alimento preventivo y paliativo de diferentes tipos de anemias.
Según estudios llevados a cabo, la alubia es una legumbre ideal para aquellas personas que tengan un colesterol alto, ya que según se ha podido constatar, ayudará a rebajarlo hasta en un 20%.
Esto es así gracias a la fibra soluble que contiene, la cual favorece la concentración saludable de las grasas en la sangre, ayudando a combatir problemas de carácter cardiocirculatorio.
Pero la fibra no solo destaca por esta particularidad, ya que alivia y mejora el tránsito intestinal (siendo ideal para aquellas personas que tienen estreñimiento), combatiendo tanto el cáncer de colon como el de recto.
Es una legumbre muy buena para las personas diabéticas, ya que reduce la velocidad de absorción de azúcares, ayudando a regular la glucosa presente en la sangre.
El elevado aporte de potasio, unido a su escasez de sodio, permite que formen parte de la dieta habitual de personas con hipertensión. .
Beneficios y propiedades del pimiento
El pimiento destaca por su alto contenido en vitamina C y vitamina B6, la cual es fundamental tanto para la parte cerebral como para el sistema nervioso central en sí.
Destaca también por su alto contenido en betacaroteno (que al entrar en el organismo se transforma en vitamina A) y vitaminas del grupo B2 (además de vitamina E). Por ello, es ideal para prevenir la aparición de enfermedades degenerativas y crónicas.
Específicamente, el betacaroteno ayuda a prevenir el cáncer, las hemorragias cerebrales, las cataratas, y las enfermedades cardíacas.
Propiedades nutricionales del tomate
El tomate es un alimento poco energético que aporta apenas 20 calorías por 100 gramos. Su componente mayoritario es el agua, seguido de los hidratos de carbono.
Se considera una fruta-hortaliza, ya que su aporte de azúcares simples es superior al de otras verduras, lo que le confiere un ligero sabor dulce.
Es una fuente interesante de fibra, minerales como el potasio y el fósforo, y de vitaminas, entre las que destacan la C, E, provitamina A y vitaminas del grupo B, en especial B1 y niacina o B3. Además, presenta un alto contenido en carotenos como el licopeno, pigmento natural que aporta al tomate su color rojo característico. El alto contenido en vitaminas C y E y la presencia de carotenos en el tomate convierten a éste en una importante fuente de antioxidantes, sustancias con función protectora de nuestro organismo.
La vitamina E, al igual que la C, tiene acción antioxidante, y ésta última además interviene en la formación de colágeno, glóbulos rojos, huesos y dientes. También favorece la absorción del hierro de los alimentos y aumenta la resistencia frente las infecciones.
La vitamina A es esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico, además de tener propiedades antioxidantes.
La niacina o vitamina B3 actúa en el funcionamiento del sistema digestivo, el buen estado de la piel, el sistema nervioso y en la conversión de los alimentos en energía.
El potasio es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, además de intervenir en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula
Propiedades nutricionales de la zanahoria
La zanahoria es rica en betacaroteno y provee dosis destacables de minerales como calcio, hierro, potasio, fósforo y otras vitaminas, como las B, C, D, E y ácido fólico.
Contiene fitoesteroles, sustancias naturales que bloquean la absorción del colesterol y ayudan a depurar la sangre.
El consumo de zanahoria, puede ser muy importante para tratar la ceguera nocturna y la fotofobia.
Es un vegetal ideal para preparar mascarillas caseras, como la mascarilla para las manchas en la piel.
Favorece la formación de glóbulos rojos por su contenido en hierro y cobre, previniendo de esta manera la anemia, la arteriosclerosis y la disminución de las defensas.
La zanahoria es una gran aliada e la vista, te ayuda a prevenir las cataratas y la degeneración macular así como a mantener la agudeza visual.
Las zanahorias son grandes aliados de las dietas para adelgazar, ya que es un alimento con muy bajas calorías, mucha fibra y poco y nada de grasas. Asimismo brindan saciedad y quitan el hambre.
Las zanahorias tienen un alto contenido en fibra soluble por lo que son muy buenas para combatir el estreñimiento y reducir el colesterol.
Los betacarotenos contenidos en la zanahoria tienen propiedades antitumorales, y previene la aparición de ciertos cánceres, como el de vejiga, laringe, esófago y estómago.
Regulan los trastornos digestivos como las diarreas y el estreñimiento.
Tiene grandes propiedades antioxidantes, que protegen al organismo del ataque de los radicales libres y del envejecimiento prematuro.
Por último, recuerda que el consumo periódico de zanahorias ayuda a mantener tu corazón sano, ya que mantiene a las arterias libres de placas que impidan la normal circulación de la sangre.
Ingredientes:
400 gr. de judías blancas
3 zanahorias
1 cebolla mediana
5 dientes de ajo
1 pimiento rojo pequeño
1 tomate y medio
2 pastillas de caldo vegetal (Hacendado sin gluten)
sal marina
1 hojita de laurel
aceite de oliva virgen extra
comino molido
Elaboración:
Ponemos las judías en remojo la noche anterior (o utilizamos unas ya cocidas con lo que no es necesario el remojo, sólo eliminar el líquido y lavarlas bien, yo utilicé este tipo de alubias). En una olla ponemos las judías y añadimos las hortalizas: pelamos las zanahorias y las cortamos transversalmente, las añadimos a la olla. Pelamos la cebolla y la partimos a la mitad. Ponemos los dientes de ajo enteros. Lavamos los tomates, les hacemos una cruz en la base y los añadimos. Lavamos el pimiento, le quitamos las semillas y lo cortamos a la mitad. Lo añadimos a la olla.
Añadimos la sal, el laurel, el comino al gusto y las pastillas de caldo vegetal (al gusto). Cubrimos con agua, ponemos a cocer, cerramos la olla y una vez que está hirviendo, dejamos en cocción unos 20 minutos a fuego moderado. Después pasamos las hortalizas por el pasapurés y si tiene demasiado líquido pasamos también algunas judías para que espese el caldo. Lo ponemos todo a cocer a fuego lento unos 5 minutos y servimos rápidamente. En mi caso, me excedí con el agua y no utilicé el truco de las judías y quedó así de líquido... así no, para la próxima vez tiene que quedarme más espesito.
Mi presentación del plato |
Hola Marta! Encantada de conocerte y muchas gracias por seguirme en el blog! Intento seguirte pero no se porque me da error y no me deja..lo intentaré mañana. Por cierto, te han quedado unes fabes de lo más rico. Un besin
ResponderEliminarHola Elena, muchas gracias por seguirme, si lo consigues, jeje. Tu blog me encanta porque sobre todo son recetas "reales" ,como digo yo. Además, siendo de la tierrina como pa no, ho!!
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