viernes, 25 de mayo de 2018

Monasterio de Piedra (Zaragoza)

Después de los puentes, que no hemos aprovechado para viajar esta vez, me da por recordar uno de los viajes para mí más sorprendentes y gratos que recuerdo. Fue un periplo por Aragón desde el sur, cerca de Calatayud terminando por Bielsa, al ladito mismo de Francia, en la provincia de Huesca. Fue formidable y hoy os escribo un poco sobre la primera parada de este viaje, que discurre por las cercanías de Calatayud, se trata de una visita al Monasterio de Piedra, en Nuévalos, Zaragoza. 



Cuando digo sorprendente es porque no me imaginaba la variedad de paisajes, naturaleza y arquitectura que encontré en Aragón. Fue un viaje nada preparado, no tuvimos tiempo de informarnos, solo de coger hoteles en función de lo que habíamos oído. Una de las sorpresas mayúsculas fue este lugar: cascadas impresionantes (una enorme como una cola de caballo, un lago que parece un espejo...), todo verde y con exhibiciones de rapaces, además de un monasterio donde se celebran bodas...Pues imaginad eso en medio de Zaragoza...en una zona súper seca, de hecho cerquita está el desierto de los Monegros, no te esperas encontrar oculto un paraje tan verde y lleno de vegetación como es el Monasterio de Piedra.
Nada más llegar al Monasterio de Piedra lo primero que ves es el parking gratuito, justo a la derecha de la entrada al conjunto monumental y al parque. El precio de la entrada del circuito completo es de unos 15€, 8€ en el caso de que sólo visites el edificio religioso, y se puede comprar en taquilla o a través de la página web oficial. Los caminos del parque están en muy buen estado y es una ruta muy sencilla (salvo una zona con escaleras para ver una cascada) y no es necesario ningún equipamiento especial, sólo ropa cómoda. Con niños os diría (yo de aquella no tenía) que os tendréis que perder parte del recorrido interno por la cueva y el interior de la cascada de cola de caballo si se trata de bebés o niños pequeños. 
En nuestro caso, visitamos primero el monasterio y luego ya nos explayamos a gusto en el parque, haciendo un montón de fotos. 
En la zona del conjunto monumental destacan el claustro del monasterio, la abadía, la torre del homenaje, la muralla perimetral y la fachada de la antigua hospedería. En cuanto a su historia, nos tenemos que remontar a la época de la reconquista para hablar de su nacimiento. Es en esa época cuando el Monasterio de Piedra era una antigua fortaleza musulmana que cedió Alfonso II de Aragón a la iglesia junto a los parajes que le rodeaban, como el impresionante río Piedra. En 1218 se terminó de construir el monasterio, un tiempo récord de nada menos que 23 años, poquísimo para aquella época.
Durante más de 650 años los monjes pudieron vivir en el monasterio y cultivar los campos alrededor del río Piedra en un oasis de paz, pero ya en el siglo XVIII fue ocupado durante la Guerra de la Independencia y posteriormente por el ejército francés, época en la que quedó parcialmente destruido y sus imágenes mutiladas. Algunas imágenes se conservan con los daños provocados por la ocupación.
Desde 1835, con la Desamortización de Mendizábal, los monjes tuvieron que dejar el monasterio y sus tierras fueron expropiadas, ya que el Estado necesitaba dinero por el gasto tan grande que ocasionaba las colonias Americanas.
En 1840 paso a manos privadas en una subasta pública y no fue hasta 1983 cuando se declaró Monumento Nacional.Es uno de los lugares más turísticos de la provincia de Zaragoza. 
En cuanto a su estilo arquitectónico, los edificios empezaron a construirse a principios del siglo XIII, aunque no fueron realmente habitados hasta el año 1218, ya durante el reinado de Jaime I “el Conquistador”. Su desarrollo tuvo tres etapas bien diferenciadas.La primera fase, caracterizada por las construcciones del gótico primitivo (s. XIII) e incluso del románico tardío, como es el caso de la iglesia abandonada.
Una segunda fase, de estilo gótico-renacentista (s. XVI) y una tercera y última en el siglo XVIII en el que se impone el estilo barroco.La iglesia es de estilo románico tardío (siglo XIII), su planta tiene forma de cruz con crucero, ábside central poligonal y cuatro ábsides laterales.
El parque ha sido declarado paisaje pintoresco desde 1945. Una auténtica maravilla de la naturaleza, donde la corriente del río Piedra ha creado grandes cascadas naturales, lagos, grutas y donde encontramos una de las piscifactorías más antiguas de Europa. Nosotros  recorrimos los 5 kilómetros de senderos en unas tres horas. Sin duda, las caídas de agua del Río Piedra son su principal atractivo.
Rápidamente llegamos a la primera cascada, conocida como Baños de Diana. Como telón de fondo aparece entre el verde un espectacular salto de agua, la cascada La Caprichosa.

Aquí cada cascada tiene un nombre diferente. La Caprichosa es la reina de las cascadas, si bien  comparte el trono con La Cola de Caballo y sus 50 metros de caída de agua.Aunque esta catarata es todavía más impresionante desde dentro.
Nos dirigimos a continuación a los pies de La Caprichosa, realmente grande, el estruendo del agua y el spray existente dan un plus salvaje al mirador.


Y es que a través de la Gruta Iris, puedes adentrarte en las entrañas de La Cola de Caballo. Además de mojarte en cantidad, merece adentrarse en la cueva por esa coloración que adquieren piedras y aguas cristalinas. 
La bajada por un pasadizo escalonado termina en una inmensa gruta por detrás de la cortina de agua. Durante la bajada existen varios miradores que nos permitirán disfrutar de esta inmensa cascada a diferentes alturas.
Salimos del lugar y, después de atravesar una zona de piscifactoria, dónde las truchas en perfecto orden de tamaño campan a sus anchas, llegamos al Lago del Espejo.Se llama así ya que sus cristalinas y tranquilas aguas, cuya quietud sólo es rota por alguna trucha en busca de comida, reflejan los cerros que lo rodean.

 

Y en medio de esa naturaleza como no iban a anidar los pajaros y poner sus nidos, eh? Mira que tres pequeñines a la espera de su madre...

Y por último os incluyo una imagen general de la entrada y alrededores para que veais el verdor y lo agradable que es el lugar, invita a quedarte toda una tarde de primavera ahí sentado, ¡es una maravilla!















Espero os haya servido de inspiración, ¿os ha gustado? No dudéis en comentar. ¿Soñamos?

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