El pollo. Poca carne es tan habitual en las casas de todos, pero por ello, siempre hay que buscar opciones diferentes para no comer siempre el típico filete empanado,¿no? Hoy os ayudo con una receta guisada, que está mejor si cabe al día siguiente. Al ser guisado no nos quedamos con las calorías de la fritanga. Espero os guste y os animéis a probarla.
1kg de muslos de pollo
1 cebolla
2 dientes de ajo
1 o 2 zanahorias
2 tomates
1 vasito de vino blanco
aceite de oliva
agua
sal
laurel
Elaboración
En una cazuela echamos un chorrito de aceite de oliva y ponemos a rehogar la cebolla, el ajo y la zanahoria partidos en dados. Acompañamos con una hoja de laurel.
Cuando la cebolla torne a un color transparente, incorporamos los muslos y rehogamos hasta que se doren, teniendo cuidado de que no se peguen al fondo.
Troceamos el tomate y lo incorporamos, cocinamos unos minutos y añadimos el vasito de vino blanco.
Dejamos que se evapore el alcohol del vino, añadimos un vaso de agua, salamos y dejamos cocer hasta que al pinchar los muslos estén tiernos y la salsa adquiera la consistencia deseada.
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