En un bosque muy grande y antiguo convivían muchos animales. Esta selva era un lugar plácido, tupido de árboles centenarios y abundante alimentos por doquier.
Era un gran sitio para vivir. Debido a la ubicación geográfica del bosque existían dos estaciones climáticas: verano e invierno. Y en este bosque los animales empezaban a sentir la incomodidad por el calor sofocante que hacia debido al intenso verano que hacía en aquel momento,…
Para este tiempo escaseaba mucho el agua; la falta de agua estaba creando un ambiente desesperado para la selva y sus habitantes… Sin embargo aún faltaba un suceso más en la vida de aquel bosque…
Aquel día hubo un gran incendio en la selva, el fuego se extendía a grandes chispazos a través de los árboles, mientras tanto, todos los animales huían despavoridos…
En mitad de la confusión, un pequeño colibrí empezó a volar en dirección contraria a todos los demás.
Los leones, jirafas, elefantes, ciervos, venados,… todos muy asombrados miraban al pequeño y débil colibrí, pensando en qué hacía yendo directo hacia el fuego. Finalmente uno de los animales, que no podía creer que el colibrí hiciera toda aquella locura le preguntó: "¿a dónde vas? ¿Estás loco? ¿Qué pasa contigo? Tenemos que huir del fuego inmediatamente". El colibrí, un poco palpitante por el calor del fuego, le contestó: "¿recuerdan que en medio de la selva hay un lago?, pues voy volando a toda prisa, recojo un poco de agua en mi pico y vuelvo para ayudar a apagar el incendio" asombrado, el León, quien entró a la conversación, sólo logró decir: "Estás loco, no servirá en absoluto, tú solo no podrás apagarlo”, el colibrí, en un tono tan seguro como resuelto, respondió:
"Es posible, ¡es posible!, solo estoy cumpliendo con mi parte"
Y continuo, de nuevo, su vuelo hacia el lago…
Autor: Betinho
Y como dice este cuento, hay día día mucha gente que está haciendo su parte. Aunque sea pequeña, muy pequeña, se impone el hacer bien su trabajo, sea cual sea el mismo. Gente que ahorra mes a mes para aumentar su depósito o que paga regularmente sus impuestos, gente que hace un hueco en su bolsillo para colaborar con alguna ONG.
Pero, hoy en día esa gente se haya inmersa en una especie de brusco despertar en el que no entienden lo que sucede. Esa gente que ha hecho su parte sin pensar en más atajos, porque es lo que tiene que hacer, se encuentra ahora con el descaro de una minoría que día a día lucha por sobreproteger sus cada día más indecentes privilegios.
La gente que ha hecho su parte comienza a ver que no todo el mundo ha aplicado esa lógica del trabajo bien hecho y sin atajos y empiezan a salir a la calle. Protestando por la reforma de la privatización de la sanidad en Madrid, en contra de la ley de educación Wert, protestando en toda España en contra de los desahucios mientras salvamos las "saneadas" cajas y las (privadas?) autopistas.
Y poco a poco, la gente que ha hecho su parte, comparte con otros colibríes el fuego y están comenzando a llenar su pico de agua.Y muchos colibríes, quizás puedan hacer algo por apagar el incendio.
Pero, hoy en día esa gente se haya inmersa en una especie de brusco despertar en el que no entienden lo que sucede. Esa gente que ha hecho su parte sin pensar en más atajos, porque es lo que tiene que hacer, se encuentra ahora con el descaro de una minoría que día a día lucha por sobreproteger sus cada día más indecentes privilegios.
La gente que ha hecho su parte comienza a ver que no todo el mundo ha aplicado esa lógica del trabajo bien hecho y sin atajos y empiezan a salir a la calle. Protestando por la reforma de la privatización de la sanidad en Madrid, en contra de la ley de educación Wert, protestando en toda España en contra de los desahucios mientras salvamos las "saneadas" cajas y las (privadas?) autopistas.
Y poco a poco, la gente que ha hecho su parte, comparte con otros colibríes el fuego y están comenzando a llenar su pico de agua.Y muchos colibríes, quizás puedan hacer algo por apagar el incendio.
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