En estos días donde ya comienza a notarse un poco más el calor del sol y como se alarga el día apetece más irse de excursión a pasar la tarde, comenzamos a explorar nuevos destinos para pasar una tarde en familia.
El objetivo de hoy es un parque situado en la zona sur de Madrid, en la ribera del Manzanares, de cuyo diseño se encargó el arquitecto Ricardo Bofill, integrando gran cantidad de elementos arquitectónicos y disposiciones geométricas de los árboles, recuperados de una antigua escombrera.
Muchas veces lo habréis visto si os dirigís hacia Levante o Andalucía a un lado de la autopista. Es el pero que le pongo, se oyen los coches cercanos. Para llegar, os podría dar múltiples indicaciones, pero nosotros no paramos de dar vueltas hasta que decidí buscar el hospital doce de Octubre, que está al otro lado del parque, lo que lo hace fácilmente accesible tanto por transporte privado como público, dado que en el 12 de octubre tenemos metro y cercanías.
El parque está formado por dos grandes áreas que se cruzan, limitados por el río Manzanares y la avenida de los Sentidos. Esta última desemboca en la Plaza Verde, una especie de anfiteatro al aire libre. Son zonas para descansar, pasear y también hay campos de fútbol, pistas con varios usos, carril bici... Hay dos cerros que permiten admirar la panorámica de la ciudad de Madrid, si bien la vista es mejor desde la atalaya sur denominada El Mirador, que se encuentra situada al lado de la Caja Mágica.
Bosque de ribera de río en el parque |
Primer plano de la Dama del Manzanares |
Descendiendo el cerro de la Dama, al fondo El Mirador |
El estanque, rodeado de palmeras |
Vista sobre Madrid capital, se puede ver Torre Picaso, la cúpula de La Almudena, San Francisco el Grande, Torre Europa... |
En las inmediaciones del Parque veremos también la Caja Mágica, recinto con fines deportivos (tenis fundamentalmente) diseñado por el arquitecto Dominique Perrault. El Ayuntamiento confiaba en que algún año, a ser posible de este siglo, se concedieran a Madrid los Juegos Olímpicos.
Junto al río como elemento de ordenación, también el paseo de los Sentidos, con sus hileras de plátanos de sombra, una serie de caminos de madera delimitados por cipreses lo cruzan y van a dar hasta una pérgola que recibe a los visitantes que acceden al recinto desde el camino de Perales. (este fue nuestro caso, no hay muchas plazas de aparcamiento pero tenían poca ocupación, se ve que los que acceden a este parque son vecinos cercanos que vienen a pie, bici, metro...)
Los plátanos, los cipreses, los tilos y los olivos son las especies más representativas del parque, junto al bosque de ribera que rodea al Manzanares. El contraste entre la vegetación natural y las alineaciones de los árboles del jardín puede apreciarse con claridad desde las diferentes atalayas que conforman este espacio verde.
El riego del parque se realiza con agua reciclada. Si nos fijamos en las bocas y elementos de riego veremos que son de color morado; ese es el distintivo de aguas recicladas. En el Parque del Oeste de Madrid también se utiliza este tipo de riego.
Espero que podáis conocer pronto este parque que tantas posibilidades nos ofrece. Yo estoy deseando volver y estoy segura que os encantará.
Como siempre, para dar prueba de nuestro paso por el parque, adjunto la siguiente fotografía en plena persecución de mi pequeña, que siente adoración por subir escaleras.
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