Mientras soñaba Un espacio para compartir todo aquello que se me pase por la cabeza. Pensamientos, viajes, naturaleza, cocina, moda, música... ¡Anímate a soñar conmigo!

martes, 30 de enero de 2018

No hacemos el amor, hacemos magia (Arte Jiménez)

Tu respiración es como la brisa que humedece la tierra, despierta la vida desde las raíces, allá, en lo más profundo de mi ser. Nosotros no hacemos el amor, hacemos magia; podemos elevarnos al cielo de una noche estrellada sin dejar de estar entre estas cuatro paredes, podemos convertirnos en fuego, incendiar nuestra alma sin decir nada más que mirarnos, tú a mí, y yo a ti.

No sólo es tener sexo, es fusionarnos, es un intercambio de energía que le da un nuevo significado a la vida. Y es claro el riesgo, porque aspirar tu alma entre mis labios resulta ser un vicio, una droga, y quiero consumirte una y otra vez. Que las yemas de tus dedos corran por mi piel imperfecta, así como corren por un mapa cuando estás perdido, y que conozcan mis sierras y cordilleras, alturas bajas y altas, que corran en todos los puntos cardinales.

Una vez más voy a dejar mi ropa caer, voy a soltar mi cabello y poco a poco me quiero enredar contigo entre estas sábanas blancas, mientras la realidad rebasa a la mejor imaginación obscura; poco a poco quiero perder la cordura, entregarme de nuevo a ti porque no soy nada más que tuya. Y entonces, la fricción de nuestros cuerpos se convierte en el epicentro de un terremoto que sacude el frío, la cama, las dudas, porque de frente, me tienes, envuelta en mis latidos que van deprisa si te acercas, que se apagan cuando te alejas.

Tengo un sin fin de cosas que decirte, pero mejor te las hago, a caricias, a besos, desaparezco tu ropa y aparezco en tu cama.

viernes, 26 de enero de 2018

Nos hicieron creer… (John Lennon)

Hoy quiero compartir un texto escrito por John Lennon en el que reflexiona sobre los patrones de conducta, prejuicios y creencias que a través del tiempo se mueven en la sociedad.

Cuantas veces nos vemos arrastrados por lo que nos han hecho creer, pero en nuestra mano está elegir que es lo conveniente para nosotros, que es lo que tenemos que hacer, que es lo que realmente sentimos que debemos hacer, no porque culturalmente o tradicionalmente sea así, sino porque nosotros lo creamos así, creo que eso nos ayudará a ser más felices también. Aquí os dejo con el texto de Lennon:


Nos hicieron creer que el “Gran Amor” solo sucede una vez, generalmente antes de los 30 años. No nos contaron que el amor no es accionado, ni llega en un momento determinado. No saben nada del “Gran amor” los que hablan, yo creo que “Amor” es ver a esa mujer y querer que sea la madre de mis hijos. 

Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas la responsabilidad de completar lo que nos falta. Yo a la naranja la quiero al medio para exprimirla tomarla y luego tirarla.

Las personas crecen a través de la gente. Si estamos en buena compañía es más agradable. 

Nos hicieron creer en una formula llamada “dos en uno”: dos personas pensando igual, actuando igual, que era eso lo que funcionaba. No nos contaron que eso tiene nombre: ANULACIÓN 

Solo siendo individuos con personalidad propia , podremos tener una relación saludable. 

Nos hicieron creer que el casamiento es obligatorio y que los deseos fuera de término deben ser reprimidos. 

Nos hicieron creer que los guapos/as y delgados/as son más amados/as y es mentira. 

Nos hicieron creer que solo hay una formula para ser feliz, la misma para todos, y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad. 

No nos contaron que estas formulas son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes y que podemos intentar otras alternativas. 

Ahhh…tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto.

Cada uno lo va a tener que averiguar solito, y ahí, cuando estés muy “enamorado de ti mismo, vas a poder ser feliz y te vas a poder enamorar de alguien”. 

Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor….aunque la violencia se practica a plena luz del dÍa.





martes, 16 de enero de 2018

Crema de calabaza III (versión El comidista)

Los que sois habituales del blog ya sabeis que me encantan los platos de cuchara, las sopas, las cremitas, es que son tan agradables en invierno, tan livianas, sientan tan bien al estómago... pues hoy os traigo no la primera ni la segunda, sino la tercera versión de la crema de calabaza(Aquí tenéis una y otra versión, pinchando en el enlace). Pero es que esta versión es bastante diferente, por algo es del blog de " El Comidista", Mikel López Iturriaga, que es uno de los bloggers de cocina más influyentes. Tenía un programa en la Sexta que me gustaba, pero lo quitaron pronto, una pena. Tiene ese sentido del humor irónico como su hermano que me encanta.

Bueno, pues de vez en cuando curioseando por ahí veo muchas veces referencias a su blog y es que siempre trata de hacer cosas sencillas (sin mamarrachadas dicen a veces, tienen artículos que hacen referencia a la moda de llevar la presentación del plato al absurdo) y con un toque diferente. Es el caso de esta crema, donde la calabaza se dora un poco al principio para que caramelice y dé más sabor y en el que incluimos especias tan diferentes como pimentón, curry junto a trozos de manzana frente a la tradicional patata. ¿Que os suena raro? A mi también, pero como ya había probado una versión de crema de calabaza con curry pues ya iba más decidida.No dejéis de probarla, como siempre, fácil y hoy con un toque diferente.

Ingredientes:
800 gramos de calabaza
150 g de cebolla
150 de puerro
1 diente de ajo
1 manzana 
½ cucharadita de nuez moscada
½ cucharadita de curry
1 l de caldo de pollo
100 ml de leche evaporada
Aceite de oliva
Sal

Elaboración:
Pelamos con cuidado la calabaza (que dura pero que dura es!) y retiramos de su interior las pepitas e hilos.La cortamos en rodajas  y en trozos no muy grandes la vamos dorando en la cacerola. Seguidamente, cuando veamos que empieza a tostarse la sacamos y reservamos.




A continuación, picamos finamente la cebolla, el puerro y el ajo y los rehogamos a fuego suave en la misma olla donde previamente marcamos la calabaza durante unos 10 minutos.Cuando estén listos, incorporamos de nuevo la calabaza y las especias y rehogamos un poco más. Partimos la manzana en trocitos y la añadimos y rehogamos, luego el caldo y lo dejamos cocer durante 15-20 minutos.




Trituramos hasta obtener una crema bien fina, añadimos la leche evaporada y mezclamos bien. Para servir a mi me encanta hacerlo en cuencos o platos hondos y podemos acompañar con diversa guarnición, según tus gustos (queso feta, bacon crujiente, pistachos, cebolla frita, pimentón...).En nuestro caso terminamos con hilo fino de aceite de oliva y una pizca de pimentón picante. 


Y voilà, ¡una receta muy original! ¿Te atreves a comentar?



miércoles, 10 de enero de 2018

He leído : El corazón helado

Más que helado, congelado, en el tiempo y en el espacio. Así me quedé yo tras leer este libro. Quizás suene muy teatral pero es que después de leerlo, a pesar de empezar otros libros con argumentos interesantes, seguía pensando en este y era incapaz de avanzar. 
Empieza este libro con una cita de Antonio Machado:
Españolito que vienes al mundo te guarde Dios.
una de las dos Españas ha de helarte el corazón.
Esto nos da idea de que tratará sobre la guerra civil. Si, otra novela más sobre la guerra civil, eso era lo que me tiraba para atrás precisamente. En estos días que los ánimos están tan exacerbados con el famoso proces, ponerte a leer este libro hasta te pone los pelos de punta.Además, estos libros suelen ser muy partidistas, siempre más a un lado que al otro, unos muy buenos y los otros muy malos. Bueno, pues aquí es verdad que una parte parece más favorecida por parte del autor pero la otra parte (Julio Carrión) no deja de ser admirable, un superviviente que se sobrepone a todo (y que piensa sobre todo en él, un h.p., con perdón).
Esta novela gira en torno a la historia de dos familias españolas en la Guerra Civil, posguerra, muerte de Franco, transición y años 2000, dos familias que representan las dos Españas de las que habla el poema de Machado y que sirvió a la autora para darle título al libro.
La familia española, del éxodo y el llanto, viene representada por los Fernández Muñoz, ricos antes de la guerra y exiliados en Francia y, por otra parte la familia Carrión, dueños de un imperio inmobiliario, amasado en la España franquista.
Empieza la novela con la muerte de Julio Carrión, un rico hombre de negocios con un turbio pasado cuyos descendientes ignoran, habiendo llegado a estar en la División Azul. Su hijo Álvaro, descubre la presencia en el entierro de una mujer desconocida, sin aparente vínculo con el fallecido. Ella es Raquel Fernández Perea, hija y nieta de exiliados españoles en Francia y conocedora de la historia de Don Julio Carrión, ligada a la de su familia. Álvaro y Raquel se sentirán atraídos desde el primer momento y se verán abocados a revivir la historia de sus familias.
Almudena Grandes, teje una historia que permite adentrarse desde la Guerra Civil hasta nuestros días y rememora un pasado que está ahí y que continúa estando por desgracia muy presente en nuestros días pues aún continúan muchas heridas abiertas que no se cerrarán hasta que no se permita enterrar a los que perdieron la guerra o incluso que ni siquiera participaron en ella. 
Es un libro complejo, con gran cantidad de personajes, todos ellos muy bien definidos y es imposible no querer a unos y odiar a otros de lo cercanos que te resultan.Al leer el libro no puedes evitar ponerte en el pellejo de los mismos y pensar en cuantos Mateos, Ignacios y Anitas sufrieron desgracias como aquellas o como aprovechados y sinvergüenzas como Julio o Mariana campaban a sus anchas aprovechando su posición. Lo mejor es cuando al final del libro la autora te cuenta en que se ha inspirado para una cosa u otra... hechos reales, te pone la piel de gallina. 

Os dejo un trocito de la novela, pero os recomiendo ante todo leerla, no os dejará indiferente, aparte de que, a pesar de sus novecientas y pico páginas, no se hace nada pesada y no vas a poder dejar de leerla. ¿Comentamos?
Eso era lo único que les quedaba, la cultura. Educación, educación y educación, decían, era como un lema, una consigna repetida muchas veces, la fórmula mágica para arreglar el mundo, para cambiar las cosas, para hacer feliz a la gente. Lo habían perdido todo, habían salido adelante trabajando en puestos que estaban muy por debajo de sus capacidades, academias, panaderías, centralitas telefónicas, pero les quedaba eso. Siempre les quedó eso.