miércoles, 27 de diciembre de 2017

Háblanos del amor (Khalil Gibran)

Entonces dijo Almitra: Háblanos del Amor.
Y él alzó la cabeza y miró a la multitud,
y un silenció cayó sobre todos, y con fuerte voz dijo él:

Cuando el amor os llame, seguidle,
aunque sus caminos sean duros y escarpados.
Y cuando sus alas os envuelvan, ceded a él,
aunque la espada oculta en su plumaje pueda heriros.

Y cuando os hable, creed en él,
aunque su voz pueda desbaratar vuestros sueños como
el viento del norte asola vuestros jardines.

Porque así como el amor os corona, debe crucificaros.
Así como os agranda, también os poda.
Así como se eleva hasta vuestras copas y acaricia
vuestras más frágiles ramas que tiemblan al sol, también
penetrará hasta vuestras raíces y las sacudirá de su arraigo a la tierra.

Como gavillas de trigo, se os lleva.
Os apalea para desnudaros.
Os trilla para libraros de vuestra paja.
Os muele hasta dejaros blancos.
Os amasa hasta que seáis ágiles,
y luego os entrega a su fuego sagrado, y os transforma
en pan sagrado para el festín de Dios.

Todas estas cosas hará el amor por vosotros para que
podáis conocer los secretos de vuestro corazón, y con
este conocimiento os convirtáis en un fragmento del corazón de la Vida.

Pero si en vuestro temor sólo buscáis la paz del amor y el placer del amor,
Entonces más vale que cubráis vuestra desnudez y
salgáis de la era del amor,
para que entréis en el mundo sin estaciones,
donde reiréis, pero no todas vuestras risas,
y lloraréis, pero no todas vuestras lágrimas.

El amor sólo da de sí y nada recibe sino de sí mismo.
El amor no posee, y no quiere ser poseído.
Porque al amor le basta con el amor.

Cuando améis no debéis decir "Dios está en mi corazón",
sino más bien "estoy en el corazón de Dios".

Y no penséis que podéis dirigir el curso del amor,
porque el amor, si os halla dignos,
dirigirá él vuestros corazones.

El amor no tiene más deseo que el de alcanzar su plenitud.
Pero si amáis y habéis de tener deseos, que sean estos:

De diluiros en el amor y ser como un arroyo que
canta su melodía a la noche.
De conocer el dolor de sentir demasiada ternura.
De ser herido por la comprensión que se tiene del amor.
De sangrar de buena gana y alegremente.
De despertarse al alba con un corazón alado y dar
gracias por otra jornada de amor;
De descansar al mediodía y
meditar sobre el éxtasis del amor;

De volver a casa al crepúsculo con gratitud,
Y luego dormirse con una plegaria en el corazón para
el bien amado, y con un canto de alabanza en los labios.

 Khalil Gibran.

2 comentarios:

  1. Esta historia me recuerda al 'Ruiseñor y la rosa' de Wilde. Difícil encontrar quien ofrece amor sin contraprestación, difícil entender que desvivirse por otro puede no ser correspondido. Complejo el mundo en el que todo es mercadería y casi extinto el desvivirse en otro. Todo un acto de valentía y quizá de imprudencia.

    Mil gracias por compartir.

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  2. Little princess, sabía que te iba a emocionar, también en el blog encontrarás el texto de " El ruiseñor y la rosa". La verdad que estamos en un mundo cada vez mas deshumanizado en el que el sacrificio, el desinterés por hacer el bien y la empatía son cada vez más infravalorados o por muchos aniquilados. Menos mal que existen estrellas con esa luz y candor que destilas. Feliz Navidad, little, besos y abrazos.

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