Mientras soñaba Un espacio para compartir todo aquello que se me pase por la cabeza. Pensamientos, viajes, naturaleza, cocina, moda, música... ¡Anímate a soñar conmigo!

sábado, 20 de julio de 2013

Un libro: Ciudad de ladrones

Uno de los últimos libros que he leído ha sido este, del cual no tenía mucha referencia y que había comprado en Círculo de Lectores apenas leyendo unas líneas de su argumento. Como pasa muchas veces, cuando no esperas gran cosa de un libro, una película, una persona,  puedes salir más gratamente sorprendido. 

Os cuento un poco de que trata el libro pues a mi me enganchó de principio a fin.Es la historia de dos jóvenes rusos que durante el sitio de Leningrado, durante la Segunda Guerra Mundial, se conocen en extrañas circunstancias y les es encargada una tarea imposible en medio del asedio alemán y el crudo invierno ruso.Durante su aventura encontrarán nazis, resistencia, hambruna y sus diferentes consecuencias... Impresiona situase en esas condiciones humanas, pensa que eso pasó de verdad. El autor ha hecho un libro que te atrapa, muy entretenido y que tiene buenos momentos a pesar de la situación tan lamentable por la que pasan los protagonistas. Una amistad que marcará de por vida al protagonista. Un libro totalmente recomendable.No destapo mucho más de la historia para que la disfrutéis tanto como lo hice yo.


Portada de la edición de Círculo de Lectores del libro Ciudad de ladrones






martes, 16 de julio de 2013

No te rindas, sigue adelante

Este post se me ocurrió viendo el vídeo que os pongo en último lugar, no sé como, pero a pesar de estar despistada, supo captar mi atención, porque, ¿quién no ha tenido ganas de tirar la toalla, de decir esto no merece la pena, el esfuerzo que le dedico? Por eso, porque hay momentos en nuestras vidas en los cuales miramos hacia adelante y vemos que lo que está por venir nos preocupa, nos da miedo, pensamos en no seguir adelante, en mirar hacia otro lado... O sentimos que las dificultades de la vida nos pesan, que el camino es siempre cuesta arriba, que estamos hartos y cansados de nuestras luchas diarias, que no vemos posible alcanzar esas metas por las que luchamos.... me gusta este vídeo porque te incita a no perder nunca la esperanza, a que con el trabajo constante del día a día lograrás los frutos que quieres ver, que sólo tienes que creer en ti y que eso te llevará mucho más allá de lo que nunca pensaste.

Ahora que no te sientes con fuerzas para afrontar todo, que buscas una salida pero no la encuentras... piensa en otros momentos en los que también lo pasaste mal y que con el paso del tiempo has visto que todo tu pesar no sirvió de nada y que se convirtieron hoy en día en simples anécdotas.

Además del vídeo que os pongo al final que me parece una preciosidad, incluyo este poema inspirador de Mario Benedetti.



No te rindas Mario Benedetti
No te rindas, aun estas a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,
liberar el lastre, retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños,
porque la vida es tuya y tuyo también el deseo,
porque lo has querido y porque te quiero.
Porque existe el vino y el amor, es cierto,
porque no hay heridas que no cure el tiempo,
abrir las puertas quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron.
Vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa, ensayar el canto,
bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos,
No te rindas por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños,
porque cada día es un comienzo,
porque esta es la hora y el mejor momento,
porque no estás sola,
porque yo te quiero.

Y la estrella para el final, que lo disfrutéis...


jueves, 4 de julio de 2013

Monasterio de San Pedro de Villanueva

 En nuestras recientes vacaciones decidimos quedarnos por nuestra tierra, Asturias, y disfrutarla, pues a veces te vas al extranjero, a otra provincia, y no conoces lo que tienes en casa. Un par de días nos hospedamos en el maravilloso parador de Cangas de Onís, conocido también como el Monasterio de San Pedro de Villanueva, situado en la localidad de Villanueva de Cangas. Un lugar situado a la vera del río Sella que invita al recogimiento, la tranquilidad y la meditación, situado al pie de unos picos que impresionan y en medio de un paraje rural, un hotel de cuatro estrellas que puede ser un buen punto de partida para conocer el Parque Nacional de los Picos de Europa, al Real Sitio de Covadonga o los lagos de Covadonga.
Detalles del parador de Cangas de Onís

En nuestro caso, como somos autóctonos y ya habíamos ido recientemente, preferimos hacernos una ruta conocida como Ruta de la olla de San Vicente bastante sencilla, que en total son (ida y vuelta) unos 5 kilómetros de recorrido, prácticamente llano y situado entre árboles y yendo todo el camino cerca del río, pues maravilla ver la tonalidad verde que adquiere el río Dobra en esta zona. El final de la ruta es una zona del río donde se forma una especie de embalse natural que sorprenderá por su agua y vegetación.

Detalle del agua del río Dobra 
Por otro lado, también aprovechamos para visitar algún restaurante de la zona o de Ribadesella, pero en cuanto a lugares a conocer, la playa de Cobijeru, en Llanes, una playa en la que no se ve el mar, situada en un entorno de acantilados impresionantes y a la que solo se puede acceder por un camino desde el pueblo de Buelna.

Playa de Cobijeru

 



Agua para elefantes

“Cuando yo era chico me llamaba la atención el elefante de los circos. Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de su peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo, un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.
¿Qué lo mantiene prisionero entonces? ¿Por qué no huye? Si está amaestrado ¿por qué lo encadenan?
El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño. Cerré los ojos y me imaginé al elefante, toda su vida sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en algún momento de su vida el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo.
La estaca era demasiado fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía...
Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a sus destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no escapa porque cree –pobre– que NO PUEDE.
Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer.
Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro.
Nosotros las personas, al igual que el elefante, vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad... condicionados por el “No puedo” o el “No debo”.
Tu única manera de saber tu fuerza, es intentar de nuevo poniendo en el intento todo tu corazón”
JORGE BUCAY, «Recuentos para Demián»